4 proyectos argentinos sobre economía circular para no perderse

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La idea de economía circular va volviéndose cada vez más conocida. Pero, ¿de qué se trata realmente?

Venimos de una economía lineal: el modelo de producción consiste en extraer recursos, producir bienes y desechar los desperdicios. El ciclo de vida de los productos está programado para que sea corto, de manera que los consumidores usen, tiren y vuelvan a comprar nuevos productos. 

El problema con esta forma de producción y consumo es que no es sostenible, ni para el ambiente, ni para el bienestar de las personas.

La economía circular responde a una lógica distinta: toma a la naturaleza como ejemplo. La naturaleza no genera basura y todo lo generado se vuelve a usar y cumple una función.

Desde la etapa de diseño de los productos se busca que tengan un ciclo de vida más largo, tratando de aprovechar su valor por más tiempo. Se prioriza el uso de materiales biodegradables.

Cuando es necesario el uso de otro tipo de materiales, se busca que ese desperdicio inevitable se use como materia prima para generar otros productos. Ya no se trata de usar y tirar sino de reducir, reutilizar y reciclar. 

La economía circular impulsa el desarrollo sostenible. 

Como vimos, uno de los puntos clave de la economía circular es la gestión de la desperdicios.  

En Argentina, se genera una tonelada de basura cada dos segundos (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible)

A continuación, presentamos 3 proyectos argentinos creados por emprendedores de la comunidad de Mayma que son ejemplos de economía circular y que contribuyen activamente a transformar esta realidad. 

Papel Mineral es un papel hecho de piedra caliza molida que se descarta de la minería, junto a una pequeña porción de polietileno de alta densidad.

Este papel es lavable e impermeable y no sólo es sustituto del papel convencional sino que puede reemplazar también a papeles plastificados y al plástico.

Sirve para fabricar folletos, cuadernos, hojas, envases, tarjetas, entre muchos otros.  

Además de aprovechar desechos de la minería, es una alternativa respetuosa de los recursos naturales ya que no implica el consumo de árboles ni de agua, usa menos energía y es reciclable. 

WarmGood es un leño vegetal fabricado con el descarte de manzana luego de que su jugo es empleado en la industria de la sidra.

Este leño reemplaza a la madera de árbol y al carbón, que se usan para calefaccionar hogares sin gas natural y para cocinar a leña o a la brasa. 

El leño vegetal es muy fácil de encender, no genera humo ni olor. Al evitar el humo, esta opción mejora la salud respiratoria de las familias que antes consumían leña. 

Por cada 500 grs. de leño de residuo vegetal, se evita la tala de 1 árbol. 

WarmGood ya ha producido más de 100 toneladas de leños vegetales, lo que implica 200 árboles salvados. 

Ondulé desarrolla la creatividad de niños/as a partir de juguetes elaborados de cartón reciclado, reduciendo así la generación de basura.

Además del cuidado ambiental, Ondulé busca brindar mejores condiciones de trabajo para los recicladores urbanos -también conocidos como cartoneros-, quienes no sólo se encargan de tratar los residuos generados sino que son parte de la cadena de valor haciéndose cargo del abasteciendo de cartón y del envasado de los productos terminados.

Por último, el cartón de descarte que se genera en el proceso de la fabricación de los juguetes es donado a dichas cooperativas para que éstas lo comercialicen.

Llevan más de 120.000 juguetes fabricados, 67.000 Kg de material reciclado, 56.426 Kg de CO2 mitigados y la integración de 2 cooperativas de trabajo en la cadena de valor.

CAECUS lab desarrolló Anny, unos anteojos inteligentes hechos de tecnología (celulares, tablets, notebooks, pc) reutilizada y reciclada.

En Argentina se desechan 10 millones de celulares al año y sólo se recicla el 2% de ellos. Esta iniciativa brinda una segunda oportunidad al descarte tecnológico.

Anny son lentes que nacen para mejorar la autonomía y por lo tanto, la calidad de vida de las personas con discapacidad visual.

Con inteligencia artificial (IA), Anny utiliza la voz para describir los textos y objetos que se encuentran en una imagen, facilitando la interacción de la persona con el entorno.

Puede detectar objetos de la cintura hacia arriba para prevenir lesiones y golpes.

Tiene un GPS accesible que indica a la persona dónde se encuenta en cada momento.

También brinda la posibilidad de comunicarse con un familiar para resolver juntos/as y de forma remota cualquier desafío que se presente.

Por último, es colaborativa, es decir, diferentes usuarios de la comunidad pueden compartir información útil sobre lugares recomendados y no recomendados, aportándose valor mutuamente.

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