Si tienes claro lo que quieres conseguir y tus valores no son negociables, estarás dispuesto/a a complicarte la vida para lograrlo. Y lo lograrás. Así es, y de esta manera lo confirman Lídia Diaz Serra y Marc Garcia Garcia-Cairó, los creadores de Cal Calsot, una casa rural 100% ecológica en los Pirineos catalanes.
Hay muchas veces que el cuerpo habla, exige un cambio de vida y un cuidado especial. Gracias a este tipo de revelaciones, hoy en día están saliendo a la luz proyectos que, además de permitir a los emprendedores sociales ser coherentes con sus valores, crean impacto social.
Cal Calsot nace con la intención de crear un proyecto autosuficiente y sostenible con las personas y el medio ambiente: “Más cerca de la naturaleza, con otro ritmo, lejos de la ciudad y del ruido». En este tipo de proyectos uno saca lo mejor de sí mismo, dando forma a la creatividad y cuidando el entorno. La motivación inicial era crear un espacio donde compartir experiencias y disfrutar de lo simple de la vida, desde un buen libro a una charla o un agradable silencio. Los sueños se cumplen, con trabajo y vocación, y constancia y decisión. Lídia y Marc nos demuestran que es posible.
Cuando uno realiza desde el interés genuino y con respeto lo que uno hace, todo lo demás viene solo.
En el caso de Cal Calsot se rodearon de colaboradores locales, con quienes comparten y viven una misma filosofía, que ayudaron en el desarrollo del proyecto.
Para financiar este tipo de proyectos existen diferentes ayudas y leyes que respaldan qué se puede hacer a nivel construcción, cómo se pueden abaratar costes y los pasos obligatorios a seguir. Además, según nos cuentan los creadores de Cal Calsot, Leader es una subvención europea creada para ayudar al desarrollo de estrategias locales con el objetivo de fomentar la actividad económica mediante la creación, ampliación o mejora de empresas.