La vida en las ciudades se hace cada vez más insostenible por sus altos índices de contaminación, la saturación de gente que reside y transita en ella, además de la cantidad de horas de vida que se pierden en el traslado de una punta a la otra de la ciudad.
El número de personas que buscan llevar vidas tranquilas y reconectarse con la naturaleza sigue en ascenso, comenzando a ver en la vida rural una gran solución.
Sin embargo, la despoblación rural sigue siendo un grave problema. En España, por ejemplo, hay más de 5.000 municipios (60%) que tienen menos de 1.000 habitantes.
Por otra parte, con la pandemia el teletrabajo se volvió moneda frecuente. Esto permite trabajar desde cualquier punto, comenzar a pensar la vida en la ciudad como una elección y no como una necesidad. Lo rural no tiene por qué ser algo opuesto a la ciudad.
Hay muchos campos atractivos para los negocios en medios rurales; desde el turismo sostenible, la cosmética natural, el sector agroalimentario y la moda sostenible hasta para las personas que son nómadas digitales.
Todos campos en los que las mujeres pueden marcar la diferencia, romper el techo de cristal, y emprender con la sustentabilidad como norte.
En Efecto Colibrí hablamos con Maria Rodríguez Serrano, co-fundadora de Como una Cabra, una escuela de negocios hecha por mujeres y para mujeres que aporta la experiencia y la cercanía necesarias para que el proceso de tener el propio negocio sea más fácil, más seguro y menos solitario. Al mismo tiempo, pone foco en los negocios de Triple Impacto, en los que la meta es lograr un balance entre los aspectos económico, social y ambiental (de allí que también sea conocido como “Triple Balance”).
“Como una cabra” nació en España en diciembre de 2020, cuando Cristina Navarrete, María Rodríguez, Juan Carlos Guerrero, Fernando Guerrero y Ana Gorostegui, decidieron unir lo que se les da bien hacer, que es a ayudar a montar un negocio propio, con sus activismos (el feminismo y el ecologismo), y su sueño común: vivir en un pueblo y trabajar delante de una chimenea.
Con el propósito de eliminar las barreras al emprendimiento femenino, luchar contra el cambio climático y la despoblación rural, los fundadores desarrollaron un ecosistema que integra a los distintos agentes: emprendedoras, expertas y expertos, entidades y empresas de servicios en una misma red.
Para descentralizar la colaboración, crearon una comunidad virtual de Slack en la que los actores tienen la oportunidad de compartir retos, inquietudes, oportunidades, ofrecer sus servicios y compartir su conocimiento (incluso está disponible para participantes de varios países latinoamericanos).
Asimismo, en “Como una Cabra», ofrecen formación online en video y apoyo directo a las emprendedoras, para desarrollar sus proyectos o consolidar sus negocios rurales a través de mentorías de desarrollo de negocio especializadas.
¡Y no es todo! También empezaron a desarrollar actividades como cursos especializados, podcasts, webinars y grupos de apoyo emocional. Trabajan duro para aglutinar grandes expertas y expertos en los distintos campos de oportunidad de negocios sostenibles en medio rural, y dar a conocer las historias de mujeres referentes.
El equipo de “Como una Cabra”, es consciente de que los retos que afrontan son complejos y que no pueden enfrentarlos solas, así que apuesta al trabajo colaborativo y al humor como rasgos distintivos (si no es divertido no es tan sostenible, ¿verdad?). Adicionalmente, para lograr sus objetivos, crea alianzas, acuerdos y colaboraciones con varias entidades con propósitos comunes como la Asociación Española Contra la Despoblación, Rural Citizen, Ruralízate, Furas, Estelar, The Social MBA.
Recapitulando, ¡wow! Ofrecen formación y mentorías para apoyar a emprendedoras en su crecimiento, tejen redes y crean alianzas para que no tengan que hacerlo solas. Estas mujeres sí que aletean alto y se merecen nuestros colibrí aplausos. No nos queda duda de que son una escuela que buscan mujeres como ellas, que están “Como una Cabra” en el mejor de los sentidos; mujeres que no se quedan sentadas soñando el mundo en el que quieren vivir, sino que lo construyen día a día.
