¿Cuáles son los grandes errores de los emprendedores sociales en el tema legal y cómo evitarlos? El emprendimiento social, además de colaborar con la sostenibilidad e impulsar el cambio con sentido, se constituye de empresas, sociedades que demandan una coherencia legal. Entrevistamos a Juan Felipe Gutiérrez Álvarez, fundador de Gutiérrez & Asociados y director del Área de Derecho Penal Corporativo del Instituto Colombiano de Derecho Corporativo (ICDC), quien nos comparte los temas fundamentales a tener en cuenta en el ámbito legal como emprendedor social.
¿Cuáles son los tres grandes errores que cometen los emprendedores sociales en lo legal?
Los errores en materia legal parten de una cuestión generalizada, y es la visión que tenemos del derecho y del abogado. ¿Qué es lo primero que pensamos cuando escuchamos ley? Siempre nos imaginamos una barrera, una obligación molesta, algo que tengo y no quiero cumplir.
¿Cuándo acudimos a un abogado? ¿En momentos de sanidad y tranquilidad empresarial? o ¿cuándo explotó el gran problema y necesitamos solucionarlo?
En algún punto de la historia olvidamos que la ley es una herramienta, una hoja de ruta para el desarrollo social y también empresarial.
Es curioso como en los presupuestos de los emprendimientos cuando se presentan para programas de financiamiento, no aparecen los gastos legales, y en el mejor de los casos encontramos la constitución de la sociedad y la protección de la marca como si fuese lo único que necesitaran en materia jurídica.
Y qué decir de todas las empresas que en este momento postergan la formalización de sus relaciones comerciales por considerar que los negocios se hacen en confianza. Y en parte es cierto, pero es necesario darle solidez a la confianza.
La poca conciencia del concepto de derecho preventivo, la falta de planeación jurídica, y la informalidad de las relaciones comerciales pueden ser los tres grandes problemas del emprendimiento.
¿Cuáles son las consecuencias de estos errores?
Si comparamos los costos de la prevención legal con los de mitigar o resolver un problema, los primeros serán sustancialmente más bajos. Los litigios innecesarios, las multas o sanciones por imprevisiones tan simples como registros y autorizaciones son pan de cada día.
En Colombia, por ejemplo, cuando se es accionista único de una empresa, se debe hacer el correspondiente registro de la situación de control, y de no realizarse se puede imponer una multa que puede ascender hasta 200 salarios mínimos:
156 millones de pesos o 44 mil euros aproximadamente, dinero nada despreciable y sanción que se puede evitar diligenciando un formulario en menos de 5 minutos.
En cuanto a la planeación, todos conocemos historias de amigos que no volvieron a hablarse por diferencias en la sociedad, por la incapacidad de definir roles, compromisos y obligaciones, o proyectos que se frenaron por discusiones entre socios que no pudieron superarse.
También puede suceder que la figura jurídica, el tipo societario y el momento de constitución, si no son analizados correctamente, pueden impedir el crecimiento de la empresa y hasta llevarla al fracaso.
Ahora, la confianza en los negocios es vital, pero un contrato no significa de ninguna manera falta de confianza.
Se trata de establecer las reglas de juego, de definir como se actúa ante circunstancias previsibles, es precisamente dotar de solidez la confianza para no dar lugar a procesos judiciales desgastantes en tiempo y dinero, bienes preciados para cualquier emprendedor.
¿Cómo se pueden evitar estos errores y hacerlo bien desde el principio?
Hay algo que se llama PRE.
El Previously Resolution Exam parte del conocimiento del negocio para determinar si es o no necesario constituir una sociedad y cuál sería el tipo societario ideal. También parte del conocimiento del sector económico al cual va dirigido el negocio para
identificar los retos del mercado, las prioridades de los socios, los compromisos que asumirán y las responsabilidades que deben cumplir.
Además, implica un análisis a profundidad de la proyección a futuro que los fundadores tienen de su empresa, con el fin de prevenir litigios innecesarios y situaciones que distraigan el foco de la organización y
para determinar los aspectos que contribuyan a la pervivencia del negocio en el tiempo.
Un adecuado PRE otorga los insumos necesarios para la construcción de los siguientes puntos:
- Los Estatutos Sociales para permitir el desarrollo, la evolución y la protección del emprendimiento, así como para visibilizar las funciones y obligaciones de la Junta Directiva, la Asamblea de Accionistas y del Representante Legal.
- Un adecuado protocolo para la determinación de los activos intangibles que proteja la propiedad intelectual del emprendimiento más allá de la marca.
- Un pacto de socios, o Vesting, que les permita a los socios identificar sus roles, apartar los aspectos personales de los empresariales, proteger su relación y fortalecer su confianza con deberes y obligaciones bien definidas.
- Un Protocolo de Gestión Contractual para diferenciar los roles nominativos de los operativos en la sociedad, en outsourcing, con clientes, servicios y proveedores, definiendo las características contractuales propias de cada una de estas relaciones y de las demás que se puedan generar dependiendo de cada sociedad.
- Una adecuada protección de datos personales combinada con una construcción de acuerdos de confidencialidad que eviten las sanciones más comunes que afectan a las empresas.
Yo creo que ser emprendedor social es querer cambiar el mundo, todo emprendedor social debe soñar con esto y debe estar convencido que puede lograrlo, por esto la planeación jurídica debe estar al nivel de sus sueños…