Si quisiéramos saber cómo está el mundo hoy podríamos encontrar una posible respuesta en la selfie del siglo XXI, o lo que la economista Kate Raworth denominó Doughnut economics (Economía del Donut).
Esta selfie es un gráfico que muestra el estado de situación de la humanidad en 12 aspectos sociales como por ejemplo la salud, la educación o la equidad social y 9 aspectos ambientales como el cambio climático o la contaminación atmosférica.
Como se observa en el esquema, la situación actual es crítica: a nivel global no alcanzamos el mínimo aceptable en ninguno de los aspectos sociales y sobrepasamos el límite en 4 de los 9 aspectos ecológicos. Según la autora, esto significa que el paradigma económico vigente fracasó ya que no pudo cubrir las necesidades básicas de la población mundial y, al mismo tiempo, excedió gran parte de los límites planetarios de los cuales depende la vida.
Raworth señala que la prosperidad solamente es posible si se logra un equilibrio dinámico entre la dimensión social – asegurar condiciones mínimas para que todos los habitantes del planeta puedan tener una vida digna – y la dimensión ambiental – no excederse de los límites ecológicos-. Para lograrlo, se torna indispensable co-crear todo tipo de innovaciones que contribuyan a ese objetivo.
Hablamos con Nicolás Xanthopoulos, co-fundador de Sumatoria, una organización innovadora en materia de finanzas sostenibles que conecta inversores conscientes con proyectos, empresas o instituciones de impacto positivo. Para hacerlo posible, Sumatoria trabaja a través de 4 vehículos: una plataforma de crowdlending de inversión de impacto, un fondo de inversión de impacto, programas de fortalecimiento y capacitación y un espacio de investigación sobre finanzas alternativas.
Nicolás enfatiza la importancia de tomar consciencia sobre el gran potencial de transformación que tiene el dinero. El dinero nunca es el problema, el tema siempre es cómo se lo utiliza. Así mismo nos invita a darnos cuenta de la influencia que tiene el sistema financiero sobre nosotros. Básicamente éste decide lo que hay que consumir antes que nosotros podamos hacerlo: si algo no fue financiado, no podría existir.
El sistema financiero solamente debería generar oportunidades para proyectos que vayan en la doble dirección de la que habla Raworth; proyectos que mejoren la vida de las personas y que ayuden a retroceder los umbrales ecosistémicos que se requieren. Si un proyecto cumple esas dos visiones, estamos frente a un proyecto de impacto positivo que ayuda a mejorar la humanidad.
Como consumidores conscientes, tenemos la responsabilidad de preguntarnos qué variables se tienen en cuenta a la hora de financiar a las empresas que nos proveen los productos y servicios que consumimos. Si se privilegia el aspecto económico sobre las demás variables, seguramente terminaremos consumiendo cosas que no responden a nuestros valores.
Te dejamos algunos links que te pueden ayudar a consumir de manera responsable:
- El artículo 4 Cosas que puedes hacer ya para reducir tu huella de carbono viene cargado de recomendaciones y soluciones para consumir mejor.
- En este podcast, Johannes Furst, experto en moda responsable, nos cuenta lo tenemos que tener en cuenta y lo que podemos hacer cuando llegamos a una tienda.