La Atención Plena constituye básicamente una forma determinada de prestar atención.
Cuando estamos emprendiendo un proyecto, prestar atención y mantener el foco y la tranquilidad es fundamental para no perder el rumbo del proyecto y sobre todo no perdernos de nosotros mismos. Si estás emprendiendo un proyecto social, esta entrevista te puede servir.
Para sacar adelante un proyecto con éxito necesitas rodearte de las personas adecuadas y mantener relaciones auténticas. También necesitas foco, perseverancia y tomar decisiones. Necesitas mantener el equilibrio y la seguridad en ti y tu proyecto en tiempos de incertidumbre. No es fácil. Pero hay buenas prácticas que te pueden ayudar a navegar tiempos difíciles. La atención plena es una de ellas.
Luisa Alguacil, experta en atención plena y ponente en conferencias como el Congreso de Ciencia Conciencia y Atención Plena, nos explica que cuando hablamos de atención plena – traducción de la palabra inglesa mindfulness – nos referimos a cualquier tipo de práctica voluntaria en la que prestemos atención para darnos cuenta de «qué está sucediendo mientras está sucediendo».
Simplemente, paramos y prestamos atención a lo que sucede tanto en nuestro mundo interno como externo.
Es un nivel de conciencia desde el que vivir, y que sustituye al programa de inconsciencia y piloto automático tan frecuentes en nuestra vida. Vivir desde una atención plena de manera intencional impregna nuestra vida cotidiana.
Es una práctica que aporta multitud de beneficios a nuestro cuerpo, mente y estado anímico general.
- Contribuimos en la mejora de nuestro sistema inmune, cardiaco, digestivo, endocrino, nervioso: Mejor salud, un cuerpo tranquilo, relajado.
- Aumenta nuestra capacidad de reconocer-modular-sostener las emociones. Mejora nuestra inteligencia emocional y resiliencia. Comenzamos a dar respuestas y dejar de reaccionar.
- Aumenta nuestra capacidad de concentración, de memoria y la capacidad de tomar decisiones: más claridad mental y lucidez, tomando mejores decisiones.
- Rejuvenece nuestro ADN.
- Nuestras relaciones personales se ven favorecidas, comenzamos a tener relaciones más auténticas y duraderas.
- Nuestra relación con el entorno también mejora. Aprendemos a cuidar el entorno donde vivimos y donde vivirán nuestros hijos.
- Una práctica regular nos permite desarrollar cualidades como la ecuanimidad, la serenidad y el optimismo, nos ayuda a superar los obstáculos con entereza y determinación.
La ciencia ya ha probado los efectos positivos de la atención plena tanto en el corto como en el largo plazo: desde una disminución del estrés, hasta un envejecimiento celular más lento.
Perla Kaliman, una de las científicas más punteras en el campo de la bioquímica nos dice: Ningún científico riguroso ni ningún maestro de meditación comprometido con su práctica dirá que las técnicas de atención plena o de mindfulness, ni la meditación en general, son adecuadas para prevenir o curar todos los males. Pero lo que sí es cierto es que:
La meditación, poco a poco, nos entrena a percibir la realidad de una manera menos dolorosa, a detectar y aceptar las situaciones que no podemos cambiar, a ser proactivos sobre las que sí podemos cambiar y a cultivar emociones positivas.
Y realmente no es tan difícil. Es solamente cuestión de empezar. Luisa nos deja un ejercicio para empezar a practicar atención plena desde ya. Los resultados no ocurren de la noche a la mañana. Como todo, requiere de cierta constancia. Después de un tiempo, notarás la diferencia.
Practícalo durante tres minutos varias veces durante la mañana y varias veces durante la tarde.
1. Tomar consciencia de que estás respirando
Inhala y al inhalar toma conciencia de cómo entra el aire por la nariz y acompaña su recorrido hasta que y llega a tus pulmones.
Exhala y en la exhalación toma conciencia de cómo sale el aire desde tus pulmones hacia fuera pasando por tu nariz.
2. Tomar consciencia de la respiración en tu cuerpo
Inhala y al inhalar, observa el movimiento ascendente de tu abdomen.
Exhala y en la exhalación, observa el movimiento descendente de tu abdomen.
3. Tomar consciencia del efecto de respiración
Inhala y al inhalar, siente como entra oxígeno y energía vital en tu cuerpo. Exhala y en la exhalación, suelta tensión y toxinas acumuladas.
Nombra interiormente gracias estoy respirando.
Datos neurobiológicos postulan que cada emoción está asociada con un circuito cerebral particular: la amígdala cerebral está relacionada con el miedo, la ínsula con el disgusto, el estriado ventral con la agresión; la corteza prefrontal está involucrada en la regulación de la emoción y con la toma de decisiones guiadas emocionalmente.
Hoy se sabe por imágenes de resonancia magnética que el ánimo positivo se asocia con una mayor actividad de la corteza prefrontal izquierda.
Efectos que podemos observar en nuestro cerebro con la práctica.
- Lóbulo frontal: Disminuye la actividad en la parte derecha y se incrementa en la parte izquierda. El lado izquierdo de esta región está asociado a las emociones positivas y a estados de calma. Se incrementa un estado afectivo positivo y disminuye la ansiedad y la cólera.
- Lóbulos parietales: Tanto izquierdo como derecho disminuyen su actividad. Uno implica la sensación y la opinión y otro se refiere a integrar la entrada sensorial, regula el sentido de sí mismo y la orientación física. Con la práctica disminuye la sensación de sentirse separado y del tiempo psicológico, pasado-futuro (sólo se vive en el presente).
- Hipocampo izquierdo: imprescindible en el aprendizaje, las capacidades cognitivas, la memoria y la regulación de las emociones. Con la práctica aumenta su grosor.
- Amígdala: parte responsable en general de la ansiedad, el miedo y el estrés. Con la práctica se reduce. Está directamente relacionado la reducción de los niveles de estrés con los cambios en la amígdala.
- Hipotálamo: Regula el medio interno del organismo, controla parámetros como la tensión arterial, la temperatura y el ritmo del corazón. Procesa las emociones. Con la práctica se reducen las frecuencias cardiacas y respiratorias y la tensión arterial. Aumenta la producción de serotonina, un neurotransmisor cuyo déficit está asociado a la depresión.
- También se produce un aumento de la unión temporoparietal, asociada a las relaciones sociales, toma de perspectiva, la empatía y la compasión.