¿Cuál es la diferencia entre la realidad de hoy en día y la de hace 20 años? ¿Cómo te afecta a ti como persona libre e independiente? Hace 20 años, la gente que salía con un título de arquitectura o economía, generalmente encontraba un trabajo seguro. La mayoría estaba contenta y tranquila trabajando 15 años (o toda una vida) en la misma empresa, con el mismo jefe y siguiendo los mismos procesos.
Antes era impensable que uno pudiera vivir como blogero o youtuber. Hace 20 años nadie pensaba que Google, Facebook o Amazon serían parte de nuestras vidas.
Si quieres vivir una vida más libre haciendo lo que te gusta, te tenemos una buena noticia. Estás en la época perfecta para hacerlo y en el futuro solamente se va a poner mejor.
Estamos en la época de la democratización de la información.
Eso significa que no necesitas un máster en Stanford ni una inversión de 50.000 euros para construir el proyecto que deseas. Puedes construir tu proyecto accediendo a conocimiento por internet, de la manera y en los tiempos que te encajen mejor.
Al construir tu proyecto hay una serie de preguntas importantes a tener en cuenta:
¿Para quéquieres construir tu propio proyecto?
¿Cuál es el valor que quieres agregar?
El para qué de nuestras acciones es lo que conocemos como misión. Se podría decir que nuestra misión personal es lo que le da sentido a nuestras vidas.
Tener clara tu misión personal es importante para no desviarte en el camino que quieres construir. El camino que le da sentido a tu vida. Y tu proyecto debería estar alineado con lo que te importa.
Tu misión personal está directamente relacionada con la misión de tu proyecto. Tu proyecto te refleja a ti. Refleja el valor que le quieres agregar al mundo. Refleja parte de tus valores y debe contribuir a que logres al menos una parte de tu misión personal.
Mira por ejemplo La misión de Apple: «Contribuir al mundo desarrollando herramientas que ayuden a que los seres humanos avancen.»
Cuando pensamos en Steve Jobs pensamos directamente en esta misión. La misión de su proyecto era en gran parte su misión personal. La misión de Apple ya no es la misma que era cuando Steve Jobs empezó con el proyecto. Al igual que nosotros como personas cambiamos a lo largo de nuestras vidas, la misión de nuestro proyecto también pueden cambiar. Se va adaptando a la realidad de nuestros contextos. Se va adaptando al estado de nuestro proyecto.
La misión de tu proyecto te refleja a ti y es importante en dos niveles:
Primero: Para que tú como emprendedor mantengas la fuerza y las ganas en tiempos difíciles, porque te recuerdas que este proyecto te ayudará a lograr vivir la vida que deseas y aportar el valor que quieres aportar.
Segundo: Para que puedas comunicar el para qué de tu organización con tu audiencia de potenciales clientes o beneficiarios, así como las personas que formen parte (p.ej. empleados o consultores) o se vean afectadas por tu organización. Comunicar el para qué de tu proyecto es clave para generar confianza.
Como emprendedores sociales nuestra misión personal suele estar aún más conectada con la misión de nuestros proyectos. Queremos ser auto sostenibles, pero sobre todo queremos que nuestros proyectos generen un cambio positivo.
Por eso es importante reflexionar sobre nuestra misión personal respondiendo a preguntas como ¿qué nos importa de verdad? ¿para qué estoy en este mundo? ¿qué puedo aportar para dejar este mundo mejor de lo que lo encontré? para incluir al menos parte de nuestras motivaciones personales en la misión de nuestro proyecto. Sabemos que estas preguntas pueden sonar muy «trascendentales» y no es cuestión de agobiarse. Cada uno de nosotros se identifica con pequeñas partes de lo que conforma «la realidad». Pero es importante preguntarse ¿cuál es el granito de arena que aporto yo?
Emprender no es fácil. Emprender con impacto menos. Pero – en la era de la democratización de la información – tenemos acceso al conocimiento que necesitamos para construir nuestros proyectos. Emprender es algo personal. Para mantenernos firmes en tiempos difíciles, podremos acudir a lo que – en su día – definimos como la misión y recordar para qué empezamos nuestros proyectos. Y aunque parezca simple, acordarnos de lo que nos motivó a empezar, nos ayudará a perseverar.