Son tiempos inciertos. Nos levantamos todos los días esperando las buenas noticias; somos conscientes de que la solución terminará llegando; pero no sabemos cuando. Ahora tenemos tiempo para pensar. Cuando le damos una pausa a la vida, la consciencia comienza a trabajar. Es hora de reflexionar sobre nuestra relación con el Planeta y hacer todo lo posible por mejorarla.
Tenemos que reinventarnos como sociedad y volver a ordenar las prioridades de acuerdo a las nuevas condiciones de vida. Dejar la negación de lado y aceptar que este mundo necesita un cambio y que el reseteo en el ámbito económico es obligatorio e inminente si es que queremos seguir habitando este Planeta degradado por sus mismos habitantes.
Estamos en un momento clave para optar por una economía diferente donde la sostenibilidad sea el motor que moviliza los mercados y que todo lo que crezca de ahora en adelante, solamente tenga el impacto positivo en el medio ambiente. Sabemos que las posibilidades existen, que hay otra forma de incrementar la economía y de favorecer al mismo tiempo la ecología mediante una recuperación verde.
¿Cómo podemos los ciudadanos apoyar la economía verde? La respuesta es muy variada y hay muchas cosas que podemos hacer, pero una de ellas es apoyar a las pequeñas empresas emergentes que ya nos traían, antes de la crisis, propuestas de consumo sostenible y alternativas de economía circular y colaborativa.
Cada vez que compramos votamos. Podemos moldear la sociedad que queremos, apoyando a estas empresas frente a otras no sostenibles. Consumir es política y está en nuestras manos..
Apoyando pequeñas empresas como la nuestra, ECODICTA, que nace por la necesidad de tener armario variado y con las nuevas tendencias, pero sin el acto de acumular ropa, comprar y tirar. Somos una comunidad de Fashion Sharing que apuesta por una economía circular y colaborativa, promocionando marcas sostenibles y ayudando a las no sostenibles a iniciar el camino de transición hacia modelos de negocio ecofriendly.
Existen un montón de iniciativas que están haciendo las cosas bien, respetando a las personas y al planeta (descúbrelas aquí). Se nos viene encima una gran crisis. Ya son demasiadas las empresas sociales que han tenido que cerrar sus puertas. Y cuando una empresa social muere, el impacto es peor. No solamente le afecta a sus inversores o sus empleados, sino que también le falla a sus beneficiarios y al medioambiente. Apoyando estas empresas votamos. Hoy podemos votar por la recuperación económica ligada con la sostenibilidad.
La sostenibilidad no será un valor añadido sino más bien una necesidad básica. Nuestra supervivencia y los ecosistemas de los cuales nos nutrimos están en juego.
Tenemos la oportunidad de hacer las cosas bien, no podemos seguir apoyando el desarrollo a cualquier coste porque ese coste, al final de cuentas, es nuestra propia vida en el Planeta.
