La arte terapia es una forma de trabajar la persona o la empresa de una forma práctica divertida a través de la expresión artística y con la idea de burlar al discurso aprendido. Es una manera de llegar a las partes más inconscientes que te pueden estar limitando.

Cuando creas, desaparece el filtro intelectual. La arte terapia facilita que la persona se pille actuando de una manera, de la que no se había dado cuenta, porque estaba funcionando en automático.

Por un lado te das cuenta de que tienes ciertos bloqueos o limitaciones, pero también puedes descubrir nuevos talentos. La arte terapia es una herramienta para impulsar la eficiencia y eficacia de las organizaciones.

La empresa está integrada por personas y forma un sistema.

El proceso de desarrollo personal es muy similar al proceso de cambio de una organización.

Son los mismos bloqueadores, los que actúan sobre las personas como los que actúan sobre las empresas. También existen similitudes entre los niveles de vitalidad de una persona y los niveles de vitalidad de una empresa.

Hay muchísimos puestos de trabajo que no están siendo ocupados. Empresas que están llenas de zombis. ¿A qué me refiero?

Hay tantas personas que llegan al trabajo, se sientan y esperan a que pase el tiempo lo más rápido posible y con el mínimo dolor. Eso sí, manteniendo la presencia necesaria como para que no les despidan. Muchas personas van al trabajo esperando que llegue el momento de que se acabe la jornada para empezar a vivir.

Si un día amaneciera y nos dijeran, hoy puedes ocupar el puesto de trabajo que te guste, el planeta entraría en colapso.

¿Qué estamos haciendo? Estamos jugando a pasar nuestra vida entera dedicados a algo que no nos llena, que no nos gusta y donde no estamos al 100%. No ocupamos nuestros puestos de trabajo.

Por otro lado, cada vez son más las personas que toman pastillas.

La depresión, el cansancio crónico u otros síntomas son el resultado de las fugas energéticas mantenidas en el tiempo.

Las fugas energéticas vienen cuando te relacionas con personas que no paran de quejarse o te dedicas a algo que no te gusta, por ejemplo.

Menos mal que cada vez hay más personas que deciden ser coherentes consigo mismas. Esto requiere romper con un sistema de creencias que no les hace bien ni a ellas, ni a los grupos de los que se rodean. El hecho de que cada vez haya más personas conscientes se ve reflejado en las tendencias del mercado:

• El consumo va a bajar, porque cada vez somos más los que nos preguntamos: ¿esto es realmente útil? ¿realmente lo necesito? Y si la respuesta es no, no compramos.
• Cada vez somos más personas las que exigimos una calidad en el producto o servicio que consumimos.

Una vez estás en el camino de consciencia, ya no hay marcha atrás. Y además es contagioso.

Existen, tanto en el nivel individual como en el nivel colectivo, bloqueadores que merman nuestro bienestar, nuestra eficiencia o nuestra creatividad. Apliquemos estos bloqueadores a la empresa.

El miedo. Tenemos miedo de que no nos vayan a comprar nuestro producto a servicio, si dejamos de hacer las cosas como las hemos hecho siempre o como creemos que hay que hacerlas. El miedo nos mantiene cerrados.

La culpa.  Por ejemplo, una empresa puede sentirse culpable por vender productos u ofrecer servicios que estén haciendo daño a su cliente, a su comunidad o al planeta.

La vergüenza. Como empresa tengo una imagen, una forma, un concepto o un tamaño. Si no me siento a gusto y orgullosa de ser la empresa que soy, tengo una falta de autoestima. Es como un adolescente que no está a gusto con su forma física y se mueve escondiéndose. Cuando una empresa es vergonzosa y le falta autoestima, le cuesta pasar a la acción, porque no se siente capaz.

Los duelos. Cuando hay que abandonar productos o servicios por las circunstancias del mercado. La empresa siente un dolor porque hay que dejar algo que antes funcionó.

Estas pérdidas, muchas veces, se quedan enquistadas en la empresa.

Este dolor también surge cuando hay despidos en la empresa o hay personas que abandonan.

El apego está relacionado con los duelos. Por ejemplo, cuando no queremos abandonar líneas de trabajo o formas de trabajar que requieren ser transformadas o adaptadas a las nuevas circunstancias de nuestro entorno (como las nuevas necesidades de las personas o las nuevas tecnologías). La resistencia al cambio (el no querer soltar antiguas maneras de funcionar) obstaculiza el buen rendimiento de la empresa.

Equilibrio entre lo femenino y masculino. Lo masculino responde a lo lineal, dirigido a la acción o lo racional. Lo femenino responde a la recepción, a una visión más integral o a la intuición. Una mujer puede actuar de manera masculina y un hombre puede actuar de manera femenina. Estos aspectos deben estar equilibrados en la empresa.

La mentira. Las empresas también se mienten. Se mienten en cuánto a sus valores, en cuánto a  los objetivos que han logrado o en cuánto a la calidad de lo que produce u ofrece. Cuando una empresa se miente, su manera de comunicar, tanto a nivel interno como a nivel externo, se ve afectada. Lo

que dices como empresa cuando te mientes a ti misma, no llega. El mercado percibe que no hay una autenticidad en el mensaje que emites.

La fantasía. Cuando se pierde la visión objetiva, la empresa deja de tener la capacidad de materializar las ideas. No ve lo que tiene en frente o lo que el mercado está pidiendo.

Para desbloquear a una empresa y transformar el miedo en acción o la mentira en sinceridad se requiere un proceso. Cuánto menos tiempo lleve la empresa funcionando, más corto será el proceso. Cuánto más tiempo lleve funcionando una empresa, más arraigados están sus patrones de pensamiento y funcionamiento. Por lo tanto, el proceso de cambio llevará más tiempo.

La arte terapia es una herramienta para que la empresa tome conciencia de cuáles son los hilos invisibles que le están haciendo perder eficiencia.

Ya que es una herramienta que potencia la creatividad y el juego, impulsa la innovación. Se crean pequeños laboratorios en los que se ponen en práctica otras formas de funcionar. A través de la expresión artística la empresa se da cuenta de que no pasa nada por hacer las cosas de manera diferente y da forma a las iniciativas que crearán mejores resultados.