Cuánto mejor sea el impacto social y medio ambiental, mejor es la rentabilidad de la empresa

Pablo Sánchez de B Lab Spain

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La empresa es un agente de cambio y de transformación a los desafíos que hoy en día tenemos como sociedad.

Hoy hablamos con Pablo Sánchez  de B Lab, un movimiento global de empresas comprometidas con generar impacto social y ambiental positivo, así como con actuar en base a las mejores prácticas de buen gobierno. El movimiento B Corp

La misión de B Corp es servir a un movimiento de personas que creen en la fuerza de la empresa para generar un impacto positivo en la sociedad. La empresa es un actor imprescindible y tiene una fuerza decisiva en nuestro modelo social y humano.

Si vinculamos la empresa a la generación de valor social, no únicamente valor para el accionista, podemos dar respuesta a buena parte de las problemáticas: el sector privado, el sector público y el tercer sector yendo en la misma dirección.

Las empresas con impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, son más competitivas y obtienen mejor rendimiento a largo plazo.

Hoy en día, los grandes fondos de inversión están siendo cada vez más exigentes con los elementos de ASG (ambiental, social y gobernanza), porque tienen clarísimo que una empresa bien orientada y que cumpla con estos pilares, va a dar mejor rendimiento para el fondo y el negocio.  

Además, Pablo nos habla de la comunidad B Corp, de la necesidad que tienen las empresas de transicionar hacia un modelo de triple impacto, de la responsabilidad que tenemos como generación con respecto al futuro de la sociedad y el medio ambiente, y mucho más.

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TRANSCRIPCIÓN

BCorp nace hace 10 años en Estados Unidos. Tres emprendedores de zapatillas deportivas. Crean una empresa con valores. Después de unos años deciden vender y la empresa deja de vivir esos valores para convertirse en una empresa con el único objetivo de tener rendimiento económico. Eso les generó frustracion.

Esa frustración les hace plantearse si es posible crear una empresa que genere beneficios, pero que a la vez esté equilibrada con la obtención de un impacto social y ambiental.

Así surge BCorp como una forma de empresa, como una identidad de empresa que utiliza la fuerza del mercado para crear soluciones a los desafíos que tenemos como sociedad y que integra estos valores en su ADN. Además integra este ADN en su forma de gobernanza y sus estatutos de tal manera que los valores se vean representados a lo largo del tiempo.  

Si tu quieres ser una BCorp, ese elemento debe estar presente a lo largo del tiempo. Si entran nuevos inversores o una nueva administración, saben que tienen que comprometerse con esos valores y forma de gobernanza a lo largo del tiempo.

La misión de BCorp es servir a un movimiento de personas que creen en la fuerza de la empresa para generar un impacto positivo en la sociedad. La empresa es un actor imprescindible y tiene una fuerza decisiva en nuestro modelo social y humano. Si esa empresa la vinculamos a generar valor social, no únicamente valor para el accionista, podemos dar respuesta a buena parte de las problemáticas: el sector privado, el sector público y el tercer sector yendo en la misma dirección.

La empresa es un agente de cambio y de transformación a los desafíos que hoy en día tenemos como sociedad.

BCorp es un movimiento global que está en los cinco continentes. ¿Y cómo logramos nuestra misión? 

El primer elemento es dar ejemplo: si hay gente que lo está haciendo, yo también puedo hacerlo. Hoy en día tenemos una comunidad de 3000 empresas que dan ejemplo. Agregar valor a la sociedad es una condición para tener éxito a largo plazo.

Las empresas con impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, son más competitivas y obtienen mejor rendimiento a largo plazo.

El segundo elemento es que cualquier empresa que quiera empezar este proceso,  lo pueda hacer. Para esto tenemos herramientas como por ejemplo Evaluación de Impacto B, que es una herramienta online, accesible, gratuita y confidencial, para que cualquier empresa se pueda hacer este autodiagnóstico. El resultado es que la empresa obtendrá información valiosa sobre cómo está respondiendo ante el estandard BCorp.

Es una herramienta que utilizan más de 5000 empresas: es la herramienta de desempeño social y ambiental más utilizada del mundo. Vamos por la versión 6 de la herramienta, por lo que vamos mejorándola en el tiempo.

La herramienta cubre cinco áreas: la gobernanza, los trabajadores, la comunidad, el medio ambiente y los clientes. Tiene más de 200 indicadores, como por ejemplo:

  • ¿Cuáles son los ratios salariales en la empresa? ¿Entre el mayor y menor salario, hay una diferencia de 1:5, 1:10 o 1:100?
  • ¿Cómo se evalúa a los empleados? ¿Se incluyen también objetivos sociales y ambientales?
  • ¿Los proveedores de la compañía están cerca del lugar del destino? ¿Los proveedores de la compañía son propiedad de mujeres?
  • ¿Cuál es la distribución de las mujeres en los diferentes niveles de responsabilidad dentro de la compañía?
  • ¿Cómo está la compañía apoyando a comunidades locales, la sociedad civil o ONGs? ¿Está comprometida con su entorno?
  • ¿Tiene la compañía implementados sistemas de eficiencia energética? ¿Se incluye energía renovable como fuente de energía?  

Es una evaluación muy amplia y sirve como elemento de reflexión. Las preguntas ayudan a darse cuenta de que hay dimensiones que no se habían considerado previamente y ofrece una hoja de ruta para incluir ciertas métricas.

El tercer elemento es adoptando el requerimiento legal. Creamos figuras legales en diferentes lugares del mundo orientadas a dar respuestas al concepto del triple impacto, como por ejemplo las benefit corporations o las sociedades de beneficio e interés colectivo.

En España de momento no contamos con la forma legal, por lo que ayudamos a las empresas a incorporar este compromiso en sus estatutos.  

Los pioneros en España en convertirse en BCorp fueron Almanatura, una empresa social dedicada a la reactivación de lo rural o Worldcoo, una plataforma para facilitar la financiación de ONGs a través del redondeo solidario.  Veritas o R4S también fueron de los primeros.

La comunidad de 63 empresas en España es muy diversa. Hay empresas de servicios empresariales, de alimentación, de moda, de servicios financieros, de educación, consultorías, gestión del talento o compañías de electricidad.  

Estas empresas eran muy pequeñas y en cuatro años les está yendo muy bien. El mercado pide a las empresas que tengan impacto positivo en la sociedad y medio ambiente.

Hoy en día, los grandes fondos de inversión están siendo cada vez más exigentes con los elementos de ASG (ambiental, social y gobernanza), porque tienen clarísimo que una empresa bien orientada y que cumpla con estos pilares, va a dar mejor rendimiento para el fondo y el negocio.  

Si hago una inversión a largo plazo, lo que quiero es el mínimo de riesgo y el máximo rendimiento. Si consigo empresas que estén bien gestionadas y que además tienen un propósito y un modelo de negocio orientado a dar respuesta a temas que se engloban dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ¿que mejor apuesta que esa?

Harvard Business Review publicó un artículo en el cual hacía una comparativa entre empresas con un buen desempeño social y ambiental respecto a otras con menor desempeño, y se veía el diferencial en el rendimiento financiero. Existe una correlación positiva entre ambos aspectos.

Cuánto mejor sea el impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, mejor es la rentabilidad de la empresa. 

El consumidor cada día va a ser más exigente. O la empresa adopta, ya sea por convicción o conveniencia, los elementos ASG, o perderá competitividad y rentabilidad.

Cada día somos más conscientes de la urgencia y se empieza a reflejar en los procesos legislativos. Ahora se está aprobando la ley de transición ecológica y la ley de compra pública responsable, que conllevan una serie de cláusulas que van a hacer que las empresas que quieran optar por contratos públicos, tengan que demostrar que cumplen con elementos de gestión responsable o de buenas prácticas  a nivel social y ambiental. Y estos son los primeros pasos. 

Estamos en un momento en el que el tiempo es clave. La generación actual es la generación con más responsabilidad sobre el futuro del planeta.

Hemos llegado a estos límites. La ciencia nos lo está diciendo. Tenemos 10 años para dar respuesta a estos retos. De esta generación va a depender el tipo de planeta que vamos a dejar y el tipo de desarrollo que tengan los conflictos o crisis.

Lo primero es entender que negocio e impacto no están reñidos.

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