Giacomo Bassilio, co-creador de Work 4 Progress: Co-creando para el desarrollo rural

Giacomo Bassilio, Co-creador de Work 4 Progress

Giacomo Bassilio, co-creador de Work 4 Progress: Co-creando para el desarrollo rural

El programa Work 4 Progress, promovido por la Fundación La Caixa, es una plataforma de innovación social que se aplica en tres países: Mozambique, India y Perú. En el caso de Perú trabajamos en dos territorios: Nieva y Cuzco. Somos una plataforma de varias instituciones: dos territoriales, una universidad, una institución educativa y una ONG articuladora.

El objetivo es mejorar los ingresos y crear empleos para dos tipos de población rural: jóvenes y mujeres adultas. Antes de empezar a co-crear es importante llevar a cabo el proceso de escucha para entender las narrativas (las historias que nos contamos) de los diferentes grupos. Todas las ideas tienen como base ese primer momento de escucha.

La co-creación viene con varios retos. El que más resaltó en nuestro caso fue:

La dificultad de romper con el esquema habitual y entrar en la lógica de co creación implica reconocer que otra persona puede haber pensado algo que no se te ocurrió o puede ser complementaria con alguna habilidad que te falta. Ese aprendizaje lleva tiempo.

Después de implementar múltiples workshops de co-creación, idenificamos 4 factores clave para implementar talleres de co creación con éxito:

  1. Definir y tener en claro el problema que queremos resolver en el taller desde la empatía. Esto es importante para que se entienda no sólo los datos sino la lógica del propio sujeto o beneficiario.
  2. Establecer bajo qué condiciones queremos encontrar una solución y ver qué metodologías usar y con qué recursos se cuenta.
  3. Mapear los actores a invitar.
  4. Involucrar a los beneficiarios y aclarar para qué los convocas.

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TRANSCRIPCIÓN

La co creación parte de conocer algunos supuestos:

  1. Hay otros actores (sociedad civil, personas o instituciones) que también tienen soluciones a los problemas que nosotros enfrentamos.
  2. Hay una disposición a crear en conjunto.
  3. Las conexiones entre distintos actores contribuyen a generar nuevas ideas y a constituir redes.

El programa Work 4 Progress, promovido por la Fundación La Caixa, es una plataforma de innovación social que se aplica en tres países: Mozambique, India y Perú. En el caso de Perú trabajamos en dos territorios: Nieva y Cuzco. Somos una plataforma de varias instituciones: dos territoriales, una universidad, una institución educativa y una ONG articuladora.

El objetivo es mejorar los ingresos y crear empleos para dos tipos de población rural: jóvenes y mujeres adultas. Antes de empezar a co-crear es importante llevar a cabo el proceso de escucha para entender las narrativas (las historias que nos contamos) de los diferentes grupos. Formamos un equipo interdisciplinario entre personas de antropología y economía buscando tener un diagnóstico socio económico de la provincia en la que trabajamos. También hicimos investigación en campo, de corte etnográfico, para conocer cuáles son las características, los problemas y las estrategias de esas poblaciones. Muchas veces vamos con una idea pero es muy importante escucharlos a ellos/as.

Todas las ideas tienen como base ese primer momento de escucha.

El segundo momento a pasar es la co creación. Una vez identificados los problemas con la población, abrimos el espectro a otros actores (incluyendo a la población también) y generamos talleres para dialogar, analizar las soluciones vigentes y explorar nuevas formas de soluciones. Buscamos generar plataformas en torno a los prototipos.

Creemos que se construyen mejores soluciones si logras involucrar a los actores en el diseño de las propuestas.

Trabajamos en un contexto rural. La zona más cercana a una ciudad está a 40 minutos y la zona más alejada a 2 horas y media. A estos contextos rurales, también hace bien traer aportes de afuera, que permitan establecer nuevos vínculos con el territorio.

Hicimos una co-creación en base al problema de una microcuenca en un distrito de CCatcca, comunidad que se dedica a la crianza de cuyes, su mayor fuente de ingresos. Lo que tienen ahora es producto de trabajar durante décadas las cosechas de agua (reservorios). Sin embargo en los meses de estiaje (verano) se suelen descapitalizar porque, como les falta alimento para los animales, los tienen que ir vendiendo. En el momento en el que bajan las lluvias, baja la cantidad de animales de los que cada familia dispone.

La pregunta que nos planteamos fue: ¿cómo podemos hacer que se mantenga relativamente estable en el año?

Con ese problema definido, buscamos una serie de actores que trabajasen con la cadena de cuyes. Mapeamos (con nuestro aliados de la academia) a pequeñas empresas que eran como los potenciales beneficiarios pero habían logrado despegar en el negocio de cuyes, sector público con programas productivos destinados a animales menores y ONGs con experiencia en estos temas.

Diseñamos un taller basado en metodología de Design Sprint para idear soluciones, generar trabajo en equipo, evaluar ideas y finalmente elaborar una maqueta de las propuestas. En ese taller trabajaron dichos actores y entre ellos, un grupo de potenciales beneficiarios.

En una segunda etapa del taller, se sumaron más personas de la comunidad a la que iban dirigidos los esfuerzos de las soluciones (potenciales beneficiarios) y fueron los jurados de las soluciones, hasta llegar a una propuesta final. De ese taller salió el prototipo de forraje verde hidropónico.

Los potenciales beneficiarios que fueron jurados, a su vez, anotaban otras ideas que hubiesen diseñado o que conocieran. Luego las debatían dentro del grupo y trataban de seleccionar las mejores. Posteriormente cada grupo compartía con otros sus ideas. En la etapa siguiente, puntuaron ellos mismos las ideas en función de sus criterios y condiciones, para poder realmente apropiarse de ese proyecto.

Una propuesta puede parecer muy buena hasta que te das cuenta de que implica invertir un dinero que no se tiene o requiere una inversión en tiempo que tampoco es viable.

Es importante definir criterios para poder evaluar las ideas en la fase de co-creación.

En la etapa de diagnóstico nos dimos cuenta, que muchas de las familias que trabajan en zonas rurales no querían cambiar las actividades que realizaban por más que eso supusiera una mayor rentabilidad. Entonces presentarse con ideas para que aumenten sus ingresos desde otra perspectiva que no fuera la suya, era inapropiado. Los criterios de las familias rurales de las zonas en las que trabajamos podrían englobarse en dos: cubrir la manutención (dar de comer a sus familias) y generar excedentes (capital, buscar el ahorro).

A los actores que participaron del taller de co creación inicial le presentamos no solamente el problema sino las motivaciones y las características que tenían las familias de los potenciales beneficiarios.

Tuvimos varios retos a la hora de co-crear. Los dos que más resaltaron fueron los siguientes:

El primer reto fueron las resistencias internas. Las empresas y ONGs tenemos en la cabeza el sistema tradicional de ejecución. Por un lado se formula una propuesta con cierta autoridad que muchas veces les da la experiencia y por otro lado, están acostumbrados a ejecutar su propio proyecto.

La dificultad de romper con el esquema habitual y entrar en la lógica de co creación implica reconocer que otra persona puede haber pensado algo que no se te ocurrió o puede ser complementaria con alguna habilidad que te falta. Ese aprendizaje lleva tiempo.

El segundo reto fue el cómo continuar la relación con los actores después del taller de co creación. Teníamos dos caminos. Uno era mantener una comunicación más periódica con quienes generaron el prototipo, informándoles de los hitos que fuera alcanzando el prototipo, haciendo visitas para seguir recibiendo sus aportes y mantener las redes. El otro camino era generar una co ejecución y compartir recursos a través de una convocatoria.

Notamos un gran interés de los diversos actores en colaborar. Quizás los que más ganen sumándose al proceso de co creación sean los potenciales beneficiarios y las instituciones vinculadas directamente a la ejecución del proyecto. Desde nuestro equipo siempre pensamos que lo mejor era el aprendizaje que se generaba en dichos encuentros y la posibilidad de establecer redes.

Nosoros identificamos 4 factores clave para implementar talleres de co creación con éxito:

  1. Definir y tener en claro el problema que queremos resolver en el taller desde la empatía. Esto es importante para que se entienda no sólo los datos sino la lógica del propio sujeto o beneficiario.
  2. Establecer bajo qué condiciones queremos encontrar una solución y ver qué metodologías usar y con qué recursos se cuenta.
  3. Mapear los actores a invitar.
  4. Involucrar a los beneficiarios y aclarar para qué los convocas.

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