La importancia de medir tu impacto

Sophie Robin, co-fundadora de stone soup

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El Impact Washing cada vez se está dando más. El Impact Washing no se da necesariamente porque haya una mala voluntad detrás, sino por falta de rigor a la hora de darle seguimiento a las acciones que estamos llevando a cabo para lograr nuestros objetivos de impacto social y medioambiental: es muy importante medir nuestro impacto.

El mundo del impacto es complejo ya que existen diversas metodologías y abordajes. Es clave encontrar cuál es la mejor manera de medir el impacto para cada organización. Cuando hablamos de impacto, es importante tener en cuenta que puede ser tanto positivo como negativo. Una acción no solo tiene un impacto, puede tener múltiples impactos. ¿Cuáles son los impactos colaterales que están teniendo tus acciones?

Medir el impacto te permitirá tomar decisiones más informadas, aprender, mejorar y rendir cuentas a nivel interno y externo.

Hoy tenemos el gusto de conversar con Sophie Robin, co-fundadora de Stone Soup, una empresa social experta en medición de impacto. Sophie nos comparte los beneficios de medir el impacto, los peligros de no hacerlo, las mejores prácticas para empezar a medir tu impacto sin fallecer en el intento y mucho más.

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TRANSCRIPCIÓN

«El Impact Washing cada vez se está dando más. El Impact Washing no se da necesariamente porque haya una mala voluntad detrás, sino por falta de rigor a la hora de darle seguimiento a las acciones que estamos llevando a cabo para lograr nuestros objetivos de impacto social y medioambiental: es muy importante medir nuestro impacto.

El mundo del impacto es complejo ya que existen diversas metodologías y abordajes. Es clave encontrar cuál es la mejor manera de medir el impacto para cada organización. Cuando hablamos de impacto, es importante tener en cuenta que puede ser tanto positivo como negativo. Una acción no solo tiene un impacto, puede tener múltiples impactos. ¿Cuáles son los impactos colaterales que están teniendo tus acciones?

Medir el impacto te permitirá tomar decisiones más informadas, aprender, mejorar y rendir cuentas a nivel interno y externo.

Hoy tenemos el gusto de conversar con Sophie Robin, co-fundadora de Stone Soup, una empresa social experta en medición de impacto. Sophie nos comparte los beneficios de medir el impacto, los peligros de no hacerlo, las mejores prácticas para empezar a medir tu impacto sin fallecer en el intento y mucho más.
» Existen diferentes definiciones de impacto. Para mí el impacto son los cambios que pueden ser positivos o negativos, que experimentan determinados grupos de interés como consecuencia de una actividad  que un proyecto o una organización lleva a cabo.

Las entidades que trabajan para el sector social o dentro del sector social tienen que demostrar que no solamente están haciendo lo que hacen bien, es decir, de manera eficiente, pero también tienen que demostrar que están cumpliendo con la misión o el objetivo que se estaban proponiendo.

Medir el impacto les permite rendir cuentas a los diferentes grupos de interés con los que interactúan.

La segunda motivación muy importante para medir el impacto es la oportunidad de aprender, de aprender de lo que estamos haciendo, de ver que los supuestos que teníamos se están cumpliendo realmente. Si por ejemplo pensábamos que determinada secuencia de actividades iba a conllevar un impacto positivo, es importante darle seguimiento a estas hipótesis para validar que es el caso o darnos cuenta de que no lo es. Cuando nos damos cuenta de que no estamos logrando el impacto deseado tenemos una oportunidad para mejorar, aprender, maximizar, reorientar.

Medir el impacto es un proceso de aprendizaje.

También yo diría que cada vez hay más organizaciones que demandan que se mida el impacto. Esto es una tendencia a nivel mundial. No solamente en el mundo filantrópico, sino también en el mundo de los negocios. Estoy viendo una transformación brutal en el entorno corporativo hacia un discurso de impacto que está ganando cada vez más importancia. Y en este proceso, la medición de impacto es importante porque hay toda una nueva preocupación sobre el impact washing.

Para evitar el impacto washing hay que demostrar el impacto que estas teniendo y hay que hacerlo bien y con rigor. Medir el impacto también es clave para comunicar lo que estamos haciendo.

Los grupos de interés pueden ser internos o externos. Atención, porque también es importante entender cuáles son los grupos de interés con los que vamos a actuar dentro de nuestra propia organización para que el proceso de medición de impacto tenga éxito.

A veces solamente pensamos en los beneficiarios como grupo de interés y no es así. Para que un proyecto de medición de impacto tenga éxito, uno tiene que pensar en la dirección ejecutiva, los órganos de gobierno de mi organización, de mi asociación o de la sede de la entidad que va a llevar esta medición. Medir el impacto es un ejercicio estratégico. Debe estar apoyado por la dirección ejecutiva o los órganos de gobierno.

Una vez que el equipo interno y de gobierno está incluido en el proceso, es importante considerar a los beneficiarios de los beneficios del proyecto, el ya sea de manera directa o indirecta, pero también a todos los socios del programa, los donantes, al público en general.

Una vez nos encargaron una medición de impacto. Era un proyecto muy bonito, pero tuvimos muchos atrasos y muchas resistencias en la implementación del proceso de medición de impacto, porque el equipo técnico no había sido consultado ni informado en ningún momento por la dirección y no entendían por qué era importante hacer ese ejercicio de medición de impacto. Entonces ellos lo veían como un ejercicio de auditoría, como un ejercicio que se añadía a su labor diaria. No le veían el interés y al final le pusieron un poco de trabas al inicio hasta que entendieron el propósito.

Cuando pensamos a partes interesadas, tenemos que pensar en partes interesadas del proceso de medición de impacto y también en las partes que van a ganar/perder debido a la actividad de la organización. Una vez tuvimos un encargo de un emprendedor social de España, un fellow de Ashoka. Este emprendedor estaba trabajando el tema de las comunidades de inmigrantes auto financiadas, que es un sistema que había importado de América Latina a España. ¿Y en qué consiste? Consiste en crear o fomentar la creación de pequeños grupos de personas que entre ellos se prestan dinero con un sistema de pequeños intereses y de micro préstamos. Las personas de la comunidad crean un fondo en base a la confianza para luego las personas que se encuentran en el umbral de la pobreza puedan acceder a dinero, que el sistema tradicional no les prestaría.

Nuestro objetivo era ayudarle a construir su plan de sostenibilidad financiera. Hicimos una encuesta con las personas beneficiarias de este proyecto. El supuesto era que la comunidad iba a percibir una mejora financiera. Nos sorprendimos cuando la comunidad respondió que el impacto que estaban percibiendo no era solamente el financiero, sino que la red social que ganaban.

Al tratarse de personas inmigrantes que se instalaban en el país y no conocían a otras personas, lo que más valor les aportaba era la red de confianza, una red de pares a la que poder solicitar cualquier tipo de pequeña ayuda y de ayuda también en términos de cómo integrarse mejor en la sociedad.

Entonces, esto es un resultado porque pensaban que iban a tener un impacto y estaban teniendo otro. Esto les obligó a reflexionar sobre este componente y decir “bueno, cómo trabajamos la red de confianza?” A partir de ahí decidieron integrar este componente de manera más fuerte en su modelo de trabajo, comunicarlo mejor y reforzar este punto poniéndolo en el mismo nivel que el modelo financiero.

Medir el impacto te da muchísimas pistas estratégicas.

Hay una tendencia, y creo que no es por mala voluntad necesariamente, pero es una tendencia quizás del ser humano. Funcionamos con supuestos positivos en el momento en el que nos ponemos a trabajar. Ese es el problema del Impact Washing.

En muchos casos el Impact Washing  se da cuando saltamos de A pasar a C  sin pasar por B.

Por ejemplo cuando llevo a cabo una acción para mejorar un aspecto relacionado con el medio ambiente, se da por sentado que esa acción está realmente mejorando el medio ambiente y no se considera el impacto colateral de esa acción. La realidad no es lineal, nada es blanco o negro. Cada acción tiene diversos impactos en diversos aspectos. Es importante considerar las zonas grises. Asumir que mi acción A lleva a C, sin considerar el B es peligroso porque el mayor desafío de una medición de impacto es la evidencia. Es demostrar que efectivamente eso se está dando.

Y lo que yo veo mucho en este mundo es que se dan cortocircuitos en el efecto de demostración. ¿Por qué? Porque muchas veces queremos demostrar que nuestra actividad crea un impacto positivo.

Hay una tendencia grande a querer utilizar la misión de impacto como efecto de marketing y de comunicación. Y esto es lo que genera un cortocircuito y muchas veces Impact Washing.

Cuando llevamos a cabo la medición de impacto, nos damos cuenta de las zonas grises (impactos colaterales que a veces no son tan positivos). Estas zonas grises nos dan la oportunidad de aprender y mejorar. Pero lo que suele pasar es que estas zonas grises no se comunican hacia afuera, se queda dentro de la organización.  Y este es el verdadero peligro.

No estamos aquí para hacer marketing, estamos aquí para mejorar y para maximizar un impacto social.

Depende mucho de la organización, del grado de desarrollo de su madurez, del sector, porque no es lo mismo si actúas en el medio ambiente, si actúas en el medio social, si eres una pequeña start up social o si eres una fundación grande que tienen acciones en todo el mundo.

Lo importante es que las organizaciones no tienen que saltar a la primera metodología que les llegue.

Hay muchas personas o muchas consultorías que se especializan en una o dos metodologías de medición de impacto e intentan convencer a sus clientes de que esa metodología es la adecuada para sus organizaciones y no es necesariamente el caso.

Mi recomendación para las personas o las entidades interesadas en medir el impacto es elaborar términos de referencia y hacer un proceso de reclutamiento para ayudar a hacer la medición de impacto o inclusive contratar a una persona dedicada a medir el impacto. Pero es importante llevar a cabo una investigación de las diferentes metodologías de medición de impacto para saber exactamente qué se busca y más o menos qué tipo de metodología queremos aplicar. Porque existen herramientas cuantitativas, cualitativas, más o menos participativas, experimentales o quasi experimentales.

Si consideramos por ejemplo metodologías experimentales, tenemos que tener en cuenta que el coste es enorme. Este coste no se justifica para organizaciones más pequeñas.

Y en términos de abordaje, hay metodologías como el Social Return on Investment, el Impact Management Project, el método del London Benchmarking Group o la teoría del cambio, o la metodología del DAC de la web de la OECD relacionadas con la medición de temas como el impacto sistémico.

Hay sitios web como Better Evaluation que ayudan porque tienen todas las metodologías descritas en su web y además tienen herramientas como Rainbow Framework que te pueden ayudar como organización a seleccionar la metodología o las herramientas más apropiadas en función del tipo de cosas que quieras hacer. Entonces yo yo diría que lo mejor es hacer un poco de investigación y luego buscar lo que en coste beneficio es más relevante para ti como organización.

Hay que ser muy pragmático cuando se escoge el método.

Porque si quieres medir el impacto de una manera que le encaje bien a tu organización, debes escoger la metodología que mejor te funcione. No es necesario aspirar a hacer algo muy elaborado si no tienes los recursos, porque no lo podrás sostener. Lo importante es integrar medición de impacto como herramienta de gestión, porque lo que queremos lograr es crear una cultura de aprendizaje continuo. Si queremos ir integrando esta herramienta, hay que dedicar los recursos y el tiempo necesario para ello.

Se puede empezar haciendo algo relativamente simple que se integra dentro de los procesos ya existentes y que se pueda trabajar internamente para ir practicando un poco. También es importante ir familiarizándose con el tema de tal manera que determinadas personas dentro de tu organización puedan coger la medición de impacto como un área de trabajo más.

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