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Comunicarse de forma no violenta es básicamente asumir el compromiso de expresarnos
con cuidado, diciendo claramente cómo estamos, qué necesitamos y/o valoramos,
evitando buscar culpables ni hacer críticas que disminuyan a otras personas y/o a
nosotros/as mismos/as.
Aprender a comunicarse de manera no violenta es fundamental para liderarnos a nosotros/as mismos/as, reconocer que a quien tenemos delante y saber comunicar nuestro sentir sin agredir. Es uno de los primeros pasos necesarios para aprender a construir puentes con el otro / la otra y un elemento claro para empezar a deconstruir creencias establecidas que nos ayudarán a ser mejores personas en todas las facetas de nuestra vida.
