Relaciones co-dependientes vs. interdependientes

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El triángulo dramático – ¿listo/a para transformar tus relaciones?

En este artículo explicamos la diferencia de relaciones co-dependientes vs. interdependientes y vemos cómo pasar de ser víctima a ser creadora de tu realidad. ¿Qué tipo de relaciones tienes? ¿Te estas rodeando de las personas que te ayudarán a convertirte en la mejor versión de ti mismo?

Nos convertimos en la media de las 5 personas con las que más tiempo pasamos. (Tim Ferriss)

La mayoría de nosotros estamos a tener relaciones codependientes, dependientes, las relaciones que perpetúan nuestras cárceles de pensamiento, sentimiento y limitan nuestro margen de acción. Esto es lo que Karpman definió como el triángulo dramático . Veamos en que consiste. Tenemos tres roles:

  • La víctima, que piensa pobre yo. Y no ve salida a sus problemas. Tiende a evitar la responsabilidad, porque cree que su experiencia está mas allá de su control. Esto le impide tomar decisiones, resolver problemas o perseguir lo que quiere de la vida.
  • El perseguidor, que piensa todos son unos incompetentes.  Actúan como si solamente ellos tuvieran la razón. Intentan dominar a otros a través de la culpa, la crítica u opresión.
  • El salvador, que piensa pobrecito que no puede con su vida y acaba interviniendo para salvar a la víctima del dolor afligido por el perseguidor. Y su manera de intervenir es clave: interviene para solucionarle los problemas a la víctima.

Seguramente te identifiques más con uno de los roles que con otro pero es importante entender que este drama existe porque vamos rotando en los roles.

Los tres roles actúan desde el miedo.

La víctima le tiene miedo a la vida, el perseguidor le tiene miedo a perder el control y el salvador le tiene miedo a no tener un propósito. Actúan para reducir la sensación de malestar que les crea el miedo.

Y ojo, el perseguidor y el salvador no son solo personas. También pueden ser una circunstancia o una condición. Los perseguidores pueden ser un divorcio o una enfermedad. Los salvadores se pueden camuflar en forma de adicción. Por ejemplo, el alcohol o el trabajo.

Si te pones a pensar, es normal que nos movamos en este tipo de relaciones. Estos roles están en todas partes. Naturalmente, existe un mundo fuera del drama. David Emerald encontró la salida al triángulo dramático y la llamó la dinámica del empoderamiento.

Lo primero es darte cuenta de que todo el drama gira en torno a la víctima. La víctima necesita un perseguidor y necesita a un salvador. Si la víctima deja de ser víctima, el triángulo se rompe!

  • La víctima pasa a ser el creador/la creadora, asume la responsabilidad de su vida, toma decisiones y se empodera para crear su realidad. ¿Cómo? Pensando en lo que le da sentido a su vida. Recordando el para qué de sus acciones (el largo plazo) y dándole más importancia que a los problemas (que generalmente son el corto plazo).
  • El perseguidor pasa a ser desafiador, alguien o algo que ha venido a enseñarle algo que tenía que aprender. no le entrega el poder al otro dejando que le obstaculice, sino que asume su presencia como un reto que asume y a través del cual puede fortalecerse.
  • El salvador pasa a ser mentor, alguien que le ayuda a desarrollarse y superarse. no le entrega el poder al otro para que le solucione la vida, sino que se deja aconsejar por el otro, sin generar dependencias y tomando decisiones.

Solo necesitas tres pasos para romper con las relaciones co dependientes y construir relaciones interdependientes.

  1. Obsérvate en tus relaciones a través de las gafas del sincericidio y empieza a entender los roles que adoptas.
  2. Haz una lista de los perseguidores en tu vida y escribe todo lo que te hayan hecho que te ha hecho sentir mal y porqué eres su victima. (pobrecito yo)
  3. Cuando estés listo, (puede ser el mismo día, en dos semanas o cuando lo sientas) retoma la lista de tus perseguidores y piensa en cosas que hayas aprendido gracias a ellos. O en cosas que podrías aprender de ellos.

El tipo de relaciones que construyes son importantes tanto en tu vida como en tu proyecto. Queremos construir relaciones interdependientes en las que cada individuo sea autónomo, emprendedor y creador de su realidad. Una de las herramientas más útiles es aprender a decir que no y a comunicar de manera no violenta.

Porque solo cuando adoptamos un rol responsable y tomamos decisiones coherentes con nuestros valores, podremos construir un proyecto que refleje lo mejor de nosotros y sentirnos libres.

Y es difícil si no imposible construir un proyecto que refleje lo mejor de ti, si estás rodeado de drama.

Si tus socios, empleados, aliados, pero también tus amigos y otras personas con las que pases el tiempo se sienten cómodos en una dinámica en la que no hay dependencia, sino que cada uno asume su responsabilidad y lo hace con gusto porque le apasiona lo que hace, lograr lo que deseas será posible.

Estarás construyendo relaciones ganar ganar, porque todas las partes se ven beneficiados de invertir tiempo y energía en las relaciones. No solo porque se les facilita lograr sus objetivos, sino porque tus relaciones se convierten en una fuente de continuo aprendizaje. Estoy hablando de dinámicas empoderadas, genuinas y divertidas.

Tú decides… ¿Qué tipo de relaciones quieres construir?

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