Vivimos inmersos en un mundo en constante evolución, donde nos ahogan retos y problemas que cada vez son más difíciles de resolver.
Ha llegado el momento de considerar cómo podemos utilizar el desarrollo tecnológico para abordar los desafíos más relevantes a los que se enfrenta nuestro mundo.
Es necesario que nos unamos y coordinemos los esfuerzos de la sociedad para usar la tecnología para el bien común.
Hablamos con Arnau Martí Carbonell, co-fundador de Tech Bloom, el nuevo Hub Tecnológico para divulgar y debatir el impacto de las nuevas tecnologías enfocadas a crear un mundo más sostenible, con mejor bienestar social y donde la distribución de poder sea más igualitaria.
Arnau nos cuenta que la tecnología avanza exponencialmente, alterando la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, extensión y complejidad, la cuarta revolución será diferente a todo lo que la sociedad haya experimentado antes.
Desde la perspectiva del Hype Cycle se destacan las tecnologías emergentes con un impacto significativo en los negocios, la sociedad y las personas en los próximos cinco a 10 años.
Este año incluye tecnologías que prometen ofrecer un internet global de baja latencia, crear un mapa virtual del mundo real e imitar la creatividad humana.
El avance en Inteligencia Artificial y Machine Learning en la última década están impulsando una explosión de aplicaciones en todos los sectores. En el punto de inflexión tendremos el lanzamiento del 5G y su aplicación en tecnologías IOT, conducción autónoma. Algunas de estas soluciones pueden verse desaceleradas por las normativas establecidas.
Resurgiendo en la pendiente de consolidación para este 2020, podremos encontrar la adopción de tecnologías basadas en cadena de bloques y realidad virtual.
La revolución más relevante será el cambio de paradigma en la sociedad.
En un mundo hiperconectado emergen y florecen nuevos puntos de vista disruptores que nos permiten ampliar las perspectivas de nuestros valores, huyendo así del egocentrismo y del miedo.
- Dejaremos de estar ahogándonos con la ambición del reconocimiento: La sociedad abrirá nuevos caminos de ética y confianza para dirigirse hacia la auto realización, alcanzando la cima de la pirámide de Maslow.
- Pasaremos de enfocarnos exclusivamente en resultados a ampliar nuestra visión trazando el camino de nuestros propósitos. Siendo, los valores humanos el motor de esta revolución.
- Nuestra capacidad de entender la complejidad y ambigüedad del mundo, nos facilitará comprender que no existe el fracaso. Todo son experiencias que nos muestran un mejor conocimiento de nosotros mismos y del entorno que nos rodea.
Esto nos permitirá que tomar decisiones desde un lugar más amplio, más inclusivo y con mayor comprensión de la realidad cognitiva y material.
Transformando no solo la manera en la que actuamos, también la manera en la que nos relacionamos y cooperamos como sociedad.