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El ecosistema de inversión social en Colombia está comprometido. Cuenta con actores de la academia, del gobierno, de la sociedad civil o fondos de inversión. Aunque los actores estén comprometidos, estos no tienen la misma agenda por lo que tenemos un sector desarticulado. Los fondos de inversión tienen una agenda diferente al gobierno: se están enfocando en buscar a los champions que tengan negocios robustos que generen impacto social positivo.
Hablamos con Ernesto Daza, director de Inversiones para América Latina de Yunus Social Business, quien nos comparte el panorama del ecosistema de inversión de impacto colombiano, lo que hace falta para que Colombia fortalezca el sector, las industrias más avanzadas en crear soluciones de impacto y mucho mas.
Uno de los grandes retos que tenemos es que no se entiende el concepto de negocio social, por lo que parte de los fondos se desvían a subsidios o fundaciones.
Tanto los subsidios como las fundaciones juegan un rol importantísimo, pero no debe confundirse con el negocio social. En Colombia estamos en una fase de transición. Ya entraron los primeros emprendedores sociales de éxito que mostraron que este formato es sostenible. Ahora estamos viendo como se crean y consolidan los negocios que serán exitosos en el mediano plazo.
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El concepto de negocios sociales que el profesor Yunus planteó consiste en darle un enfoque de negocio al ADN social de un proyecto o una organización. En la práctica esto significa que las ganancias que obtiene el proyecto u organización a través de su creación de impacto positivo en las comunidades con las que trabaja, se reinvierten en el proyecto u organización para incrementar el impacto positivo que se está generando. La gran diferencia entre un negocio social y un negocio tradicional, es que las ganancias no se capitalizan unitariamente por los inversores de la organización.
En Yunus Negocios Sociales nos enfocamos en la reducción de la pobreza a través de los negocios sociales en los que invertimos. Si lo vemos transversalmente, la reducción de la pobreza abarca un amplio abanico de posibilidades. La pobreza se puede reducir a través por ejemplo el acceso al servicios sociales o servicios públicos, acceso a empleo digno y justo, acceso a salud o justicia medioambiental.
El ecosistema de inversión social en Colombia está comprometido. Cuenta con actores de la academia, del gobierno, de la sociedad civil o fondos de inversión. Aunque los actores estén comprometidos, estos no tienen la misma agenda por lo que tenemos un sector desarticulado. Los fondos de inversión tienen una agenda diferente al gobierno: se están enfocando en buscar a los champions que tengan negocios robustos que generen impacto social positivo.
Esto es un reto, ya que el sector de inversión social en Colombia se creó hace aproximadamente 5 años, lo que hace que estemos trabajando en un mercado naciente y los emprendedores sociales todavía no tengan negocios robustos. Esa es una de las tareas que tenemos como fondos: ofrecer herramientas a los emprendedores sociales para que se fortalezcan. Eso no quita que seamos exigentes con el tipo de emprendimiento social en el que invertimos. Y esto es difícil: queremos invertir en negocios robustos en un mercado en el que los emprendedores sociales están empezando a robustecerse.
Por otro lado, el gobierno colombiano provee acceso a que fondos extranjeros vengan a Colombia así como capacidad técnica a entidades sobre todo en lo rural.
Uno de los grandes retos que tenemos es que no se entiende el concepto de negocio social, por lo que parte de los fondos se desvían a subsidios o fundaciones.
Tanto los subsidios como las fundaciones juegan un rol importantísimo, pero no debe confundirse con el negocio social. En Colombia estamos en una fase de transición. Ya entraron los primeros emprendedores sociales de éxito que mostraron que este formato es sostenible. Ahora estamos viendo como se crean y consolidan los negocios que serán exitosos en el mediano plazo.
En Colombia la academia siempre ha sido tradicional. Hay muy buenas carreras, pero la mayoría están enfocadas en la productividad de los mercados tradicionales. Muchos jóvenes están viendo que la academia no les da opciones para entender como, desde su área, pueden aportar a solucionar problemáticas sociales. Ya ha habido cambios y hay universidades que han introducido temáticas como liderazgo social en su currículum. Nosotros desde Yunus Negocios Sociales creamos el primer centro de innovación social en Colombia. Existe una necesidad y se está tratando de resolver. Pero se está actuando de manera reactiva. No tenemos una agenda concreta y compartida que defina las líneas estratégicas del mercado de impacto social en Colombia de aquí a 5 años.
Con respecto a los fondos de inversión de impacto contamos con Acumen, Yunus Negocios Sociales, Fondo de Prosperidad del Reino Unido, Incofin de Bélgica o el Global Innovation Fund. Hay sobre todo muchos fondos internacionales y está el primer fondo nacional creado por la Fundación Bolívar Davivienda. Fondos activos con operación en Colombia debe haber entre 12 y 20.
El sector rural o la industria agrícola es la más robusta en Colombia. Esto no significa que se esté invirtiendo inteligentemente. ¿Por qué? Porque todavía no tenemos las capacidades para desarrollar una industria agrícola fuerte. Los negocios sociales todavía están creciendo en esta industria. Tenemos casos de impacto social en el agro sobre todo a través de organizaciones dedicadas a la reinserción social de las personas que salieron del conflicto armado. Pero son muy nacientes: el acuerdo de paz se firmó en 2016. Estos negocios empezaron a gestarse hacer dos o tres años y todavía no tienen ventas robustas o el modelo de negocio consolidado.
Sí hay muchos nuevos negocios pero todavía no se puede hablar de un sector agrícola robusto. Y creo que esto pasa en todas las industrias en Colombia.
Después de la agricultura, el sector que más se mueve es el sector de los servicios. Colombia destaca por su calidad de mano de obra y por los buenos precios. Colombia se posiciona como la tercera potencia después de la India y México. Se está viendo un momentum fuerte para empresas en servicios de tecnología o empresas de servicios de VPO.
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